martes, 8 de enero de 2013

VIOLACION EN INDIA

 Imposible no hacer eco en nuestro blog de la noticia que nos tiene conmovidas desde hace un mes, y que venimos siguiendo con el corazón en la mano, a propósito de la cruel y terrible violación en India.  A este propósito, además de nuestra visión, queremos compartir con vosotros, por su interesante perspectiva, un artículo de opinión que hemos leído en el New York Times.

LA TERRIBLE VERDAD SOBRE LA VIOLACION EN INDIA
New York Times 1 de Enero 2013
Durante 24 años viví en Nueva Delhi, una ciudad donde el abuso sexual es tan regular como el almuerzo. Cada día, en algún lugar de la ciudad, se cruza la línea hacia la violación.
Como adolescente, aprendí a protegerme a mi misma. Nunca estaba sola si podía evitarlo y caminaba rapidamente, cruzando mis brazos a la altura del pecho, evitando intercambiar cualquier contacto visual o sonrisa. Me abría paso en las multitudes usando mis hombros siempre primero y evitaba salir de casa cuando ya había oscurecido, salvo si era en un coche privado. A una edad en la que mujeres de cualquier parte del mundo experimentaban con nuevos looks atrevidos, yo vestía ropa  dos tallas mas grande. Aún hoy no puedo vestir de forma atractiva sin sentir que me estoy poniendo en peligro.
Las cosas no cambiaron cuando me hice adulta. El spray de pimienta no se conseguía, y mis amigas –todas de clase media y alta como yo, llevaban alfileres u otras armas improvisadas cuando iban a sus universidades y trabajos. Una de ellas llevaba un cuchillo e insistía en que yo hiciera lo mismo. Me negué, y por algunos días estuve tan llena de ira que lo hubiera usado, o lo que es peor, lo hubiera usado contra mi misma.
El continuo sonido de los silbidos, insinuaciones sexuales y amenazas continuaban. Grupos de hombres holgazaneaban en las calles cantando canciones de películas hindúes repletas de doble sentido, así era como ellos se comunicaban. Para dejar claras sus intenciones sacudían sus pelvis hacia cada mujer que pasaba enfrente de ellos.
Si solo los espacios públicos fueran inseguros, pero en mi oficina en una renombrada revista, o en la consulta del medico, e incluso en una fiesta privada no podía escapar de la intimidación.
El 16 de Diciembre, como ya todo el mundo conoce, una mujer de 23 años y su amigo regresaban a casa después de ver la película “Life of Pi” en un centro comercial al sur oeste de Nueva Delhi. Después de que tomaron lo que parecía un autobús de pasajeros, seis hombres que había en el interior violaron y torturaron tan salvajemente a la joven que sus intestinos quedaron destrozados. El autobús había sido una trampa. Los violadores también dieron una paliza al muchacho que iba con la chica y los lanzaron del vehículo a la cuneta.
Esta mujer, estudiante de medicina, había comenzado aquella tarde viendo una película sobre un superviviente, y también ella determinó sobrevivir. Entonces, se produjo otro milagro: en Delhi, una ciudad habituada a la degradación de la mujer, decenas de miles de personas salieron a las calles enfrentándose a policías, bombas lacrimógenas y cañones de agua para expresar su rabia e indignación. Ha sido la mayor protesta contra la violación en India hasta la fecha y se ha convertido en una indignación nacional.
Para proteger su privacidad, el nombre de la victima no fue publicado, pero aunque permanezca sin nombre no permanece sin rostro. Para ver su rosto las mujeres solo tienen que mirarse en el espejo.
Cuando tenía 26 años me traslade a Mumbai. Comercial y financiera megalópolis, tiene su propia problemática, pero ha sido culturalmente mas cosmopolita y liberal que Nueva Delhi. Aturdida con mi nueva libertad, empecé a hacer reportajes desde el distrito de prostitución así como cruzaba suburbios peligrosos a altas horas de la noche en mi propio vehículo o usando trasporte publico. Parecía que algo bueno había tenido vivir en Delhi: estaba tan agradecida por el comparable ambiente de seguridad de Mumbai ,que lo aproveché al máximo.
Esta joven, sin embargo, nunca tendrá tal oportunidad. Un sábado, 13 días después de que fuera brutalmente violada, esta estudiante de terapia física, que tenia sin lugar a dudas sueños de mejorar las vidas de otros, perdió la suya propia. Murió por fallo multisistemico.
India tiene leyes contra la violación, asientos reservados para mujeres en los autobuses, policías mujeres y líneas telefónicas de ayuda a las mujeres, pero esas medidas han sido ineficaces en una cultura patriarcal y misógina; una cultura que considera que el peor aspecto de una violación es la deshonra de la victima, quien no podrá conseguir un hombre que quiera casarse con ella, y cuya solución es casarla con el violador.
Estas opiniones no se ciñen solo a el ámbito privado sino que se expresan abiertamente. Durante los meses previos a esta violación, algunos políticos destacados atribuyeron el aumento de violaciones  al aumento de mujeres que usan teléfonos móviles y que salen por la noche. “Simplemente porque India ha conseguido libertad en la medianoche, eso no significa que las mujeres pueden aventurarse a salir después de el anochecer” dijo Botsa Satyanarayana, el líder de the Congress Party en el estado de Andhra Pradesh.
El Cambio es posible, pero la policía tiene que demostrar documentados informes de la violación y el abuso sexual, y las investigaciones y los juicios han de realizarse con rapidez y no permanecer esperando por años. De los mas de 600 casos de violación registrados en Delhi en 2012, sólo uno ha concluido en culpabilidad del agresor. Si las víctimas creen que recibirán justicia, estarán mas dispuestas a hablar. Si los potenciales violadores temen las consecuencias de sus acciones, no arrancaran a las mujeres de la calle con impunidad.
El volumen de manifestantes en público así como en los medios ha hecho  evidente que este ataque fue un punto de inflexión. La terrible verdad es que esta mujer atacada el 16 de diciembre fue mas afortunada que muchas victimas de violación. Ella estuvo entre las pocas que han recibido algo cercano a la justicia. Fue hospitalizada, su declaración fue grabada y en cuestión de días los seis supuestos violadores fueron capturados y ahora acusados de homicidio. Tal eficacia es totalmente impensable en India.
En retrospectiva, no fue la brutalidad del ataque a esta joven lo que hizo su tragedia inusual, sino que un ataque tuvo, al menos, una merecida respuesta.

Por SONIA FALEIRO

Desde la Inspiración Femenina pensamos que en India, como en algunos otros países, ser mujer es la crónica de una muerte anunciada. Se calculan en millones la cantidad de abortos selectivos realizados en las tres últimas décadas, así como el numero de infanticidios femeninos es muy elevado, al punto que según el último censo, entre los 1210 millones de habitantes de la india solo hay 940 mujeres por cada 1000 hombres. Si la mujer hindú sobrevive a esta primera etapa de la vida, la siguiente prueba será sobrevivir a la sociedad patriarcal sustentada en un fanatismo religioso, que ha hecho de la Madre India, un madre castrada y violada permanentemente por sus hijos.

Esta noticia nos ha llenado de espanto, pero el espanto nos lo debería de producir también el pensar cuantas muertes de este tipo se habrán producido, y que mucho nos tememos se seguirán produciendo, en un país donde sus viudas todavía se pudren en los ashram (os recomendamos la película “Agua” de la directora hindú Depra Metha)

Pero además de la brutalidad de este acontecimiento, que quedará en nuestra memoria, es igualmente reseñable el eco que por primera vez en India ha tenido este suceso que, a nivel global ha producido una toma de consciencia. Miles de manifestantes, tanto hombres como mujeres, han salido a las calles pidiendo un cambio legislativo y una aplicación de justicia. Consideramos esto de vital importancia, pero queremos añadir algo más: las leyes están hechas por los hombres y ellos las aplican. Por mucho que cambien las leyes, si la mentalidad no cambia, esas leyes nunca se aplicarán. Este cambio de mentalidad le corresponde a los hombres y a las mujeres, y estamos siendo testigos de un inicio de ese cambio de mentalidad que sentimos que tiene que ser fundamental en la propia mujer, porque no podemos olvidar que son las mujeres –indudablemente por el miedo al que están sometidas- las que ocultan sucesos como este, que ocurren en el seno de las propias familias. (Igualmente os recomendamos las películas: “La Fuente de las Mujeres” de Radu Mihaileanu así como “Y ahora donde vamos” de Nadine Labaki.)



 Más que nunca, la confabulación entre las mujeres es de vital importancia. Así como ha ocurrido hace unos días en Pakistan, donde otra niña, esta vez de 9 años, ha sido también brutalmente violada y asesinada, y a pesar de que la madre había sido amenazada por los violadores, decidió no guardar silencio. Este cambio social que se está produciendo en la India se está expandiendo a  sus países vecinos y puede suponer no solo un cambio legislativo –que nos parece bien- sino además un cambio de consciencia.




Este eco social no se debe a que fuera una familia adinerada o importante la que ha sido perjudicada. Muy por el contrario, su padre era un trabajador modesto del sector aviación y había vendido unas tierras familiares para poder proveer de educación a sus hijos. Que un padre, en India, venda unas tierras para que su hija estudie es también un motivo de esperanza para un futuro cambio.



El hecho de que este suceso haya ocurrido en la Madre India nos ha hecho reflexionar sobre el sentido de lo maternal, que la sociedad patriarcal ha dejado relegado al mero acontecimiento reproductor.  Maternidad a la que ha otorgado un valor económico y social basado en el concepto de linaje y transmisión de apellido. A partir de ahí, la mujer ha sido una mera mercancía de usar y tirar. Desde la Inspiración Femenina pensamos y sentimos que el concepto de maternidad va mucho más allá de la reproducción sino que abarca conceptos como lo solidario, el consenso, la confabulación, la sanación, la acogida, la entrega y un largo etcétera que la hace ser espejo de la Creación. Cuando la mujer sea considerada desde este concepto amplificado de la maternidad, la vida de una mujer no será crónica de una muerte anunciada sino la crónica de una esperanza de vida.







6 comentarios:

  1. Gracias Inspiración Femenina, por dar una respuesta a este dolor tan grande que nos ha acompañado estas navidades. Es obvio que parece que los cambios se estan avecinando... pero ¿cuantas mujeres o niñas más tendran que pasar por este martirio, por este tipo de torturas para que los corazones de los hombres se sensibilicen?

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  2. La barbarie sigue siendo barbarie. La indiferencia es menor. Las mujeres pierden el miedo, unidas se hacen más fuertes. Algunos hombres, muchos, cambian, acompañan y reclaman.
    No preguntemos los por qué, para algunas cosas no se pueden encontrar explicaciones. El regodeo en la violencia, el ensañarse contra el débil, el juntarse para abusar, es algo que nos es inconcebible. Sin embargo existe y es necesario que se exprese, que se comente, que se deje escrita una opinión, una posición, un grito de dolor... No sólo por esa joven de la India, sino por tus hijos, por tus hermanas, por tu madre, por tus nietos. Es urgente y necesario comentar, porque al dejar escrita tu impresión, es más difícil que tú sigas siendo indiferente. Es un ejercicio de sensibilidad, de toma de consciencia, imprescindible.
    Gracias, Inspiración Femenina

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  3. !gracias inspiración! por recordarnos que todavía queda mucho por hacer, por sensibilizarnos hacia otras mujeres del planeta. Desde la posición de mujeres occidentales a veces se nos olvida que esta barbarie se esté dando tan frecuentemente en pleno siglo veinte y uno,en donde la equidad, el respeto, y la no violencia pareciera que es una utopía.Pero no podemos ni debemos perder la esperanza, los cambios son lentos, pero la respuesta que a tenido el pueblo hindú nos aporta un rayo de esperanza y a la vez de confianza, no en el sistema, porque ahora tendremos que esperar a ver cual es la respuesta judicial a esos violadores, pero sí en que la consciencia está cambiando.

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  4. Gracias por vuestros comentarios. Sin duda, habrá que seguir la pista de los acontecimientos para ver cómo culminan. Nuestra búsqueda esta llena de esperanzas, aunque incomprensiones también hay muchas. Pero vamos dejando una huella que, por el contrario a la de Atila, puede ser perfumada.Una huellaa que hace crecer lo que hasta ahora no ha nacido. Y todas nuestras huellas juntas van haciendo camino, van haciendo consciencia. Quizá queden mas de mil años y muchos más para que veamos ese camino, pero los primeros pasos se están dando. Caminamos...

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  5. Tenemos entonces la tarea de concentrarnos con ese ser maternal que esta en nosotros y que mantenemos escondido por tantas cosas mal aprendidas o mal transmitidas, sin culpar a nadie. Espero con mucha fe, que muy pronto todas las mujeres seamos respetadas como algo sagrado. Gracias a las chicas de inspiración porque este blog es muy instructivo y nos da pautas para conducirnos en nuestros espacios.

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