lunes, 28 de enero de 2013

MÁS MUERTES EN NIÑAS


La crisis económica provoca más muertes en niñas que en niños

Por cada punto del PIB que cae en un país mueren 7,4 niñas por cada 1.000 nacimientos, frente a 1,5 varones. Esta es la conclusión a la que ha llegado un estudio de la ONG Plan Internacional junto con el Instituto Overseas de Reino Unido. El informe analiza cómo afecta la crisis económica a las mujeres y niños y concluye que son las infantes las grandes afectadas. La investigación fue realizada en 59 países del mundo, la mayoría de ellos en vías de desarrollo.





En un estudio que realizamos en 2006, veíamos que en el mundo faltaban al menos 58 millones de mujeres, debido a las políticas del hijo único, a las tradicionales preferencias de varón que provocaron un aumento de los abortos selectivos, de la falta de cuidados a las niñas, y del infanticidio femenino.

Podríamos pensar o hacernos la ilusión que, desde entonces hasta ahora, las cosas habían cambiado. Incluso, aunque ese sueño fuera realidad, este artículo nos demuestra que, cuando las cosas se ponen difíciles, se desenmascaran las realidades y se vuelve a ver que hay una clara preferencia por el varón en muchos países, a nivel mundial.

La pobreza sigue y seguirá teniendo rostro femenino.

Hace algunos años, comentábamos que la crisis económica afectaba más a las mujeres, porque cuando había que elegir para un empleo, se elegía al varón. Cierto es que muchas mujeres encuentran trabajo más fácilmente que los varones, porque cobran menos, tienen mayor disponibilidad y están dispuestas a trabajar en empleos de menor rango de su capacitación. Pero… a igualdad de empleo, capacitación y sueldo, el elegido es el varón, en general.

Ahora vemos que la crisis no afecta sólo a ese nivel, sino que en muchos países, donde el infanticidio aún existe, éste se está recrudeciendo porque, cuando los recursos son limitados, se le otorgan al varón. Y esto es una pescadilla que se muerde la cola: estamos asistiendo a la tragedia de violaciones en India, entre otras cosas por una falta de mujeres… y van a seguir faltando. Con esta actitud vamos a asistir al autogenocidio de los pueblos misóginos.

Esto también nos pone en evidencia el menosprecio que, en la humanidad en general, se sigue teniendo por la mujer.

¿Cómo, desde nuestras vidas, desde nuestro mundo que creemos a veces apartado de todo esto, podemos actuar?

A través de la educación que va a promover una sensibilización diferente al respecto. Educar a nuestros hijos para que tengan un respeto supremo por las mujeres; que el uso de la violencia, no sea para ellos una opción. Y para poder educarlos así, las primeras que tenemos que ejercer de esta manera somos nosotras, porque los niños sólo aprenden lo que ven.

1 comentario:

  1. Por sus obras los conocerán. Pues las obras de estos últimos tiempos tiene como resultado final el enriquecimiento y aprovechamiento de unos pocos y la pobreza y miseria que cae en los más débiles: mujeres y niños. El informe que presentan es conmovedor y espero que nos "con" "mueva" desde lo profundo de nuestras esencias a respetarnos como mujeres, como mínimo, respetarnos entre nosotras, digo esto porque la vivencia cercana contemplada y vivida me ha hecho notar la gran falta de respeto que hay entre las mujeres. Eso como mínimo. Y luego educar desde ese ejemplo, de respeto y consideración entre las mujeres. Es muy común escuchar que las peores críticas que se le hace a una mujer viene de otra mujer. Es muy común verlas en constante rivalidad, por lo que sea, eso se transmite por los poros. Entonces ¿qué podemos esperar de un sistema que se beneficia de nuestra incapacidad de ser amorosas y compasivas entre nosotras?
    Ay mujer que fuiste educada para someterte al varón.
    Ay mujer que buscas el amor de tu vida y pierdes la oportunidad de ser amor en vida.
    Ay mujer que cuando vez que la violencia acaba con tus iguales, no te conmueve a elevar una plegaria, una lágrima...
    Pero también..
    Ay mujer, también te he visto recoger a un niño de la calle y llevarlo a tu mesa y sentarlo contigo.
    Ay mujer, también te he visto preguntándole a un niño si estaba bien, si necesitaba algo..
    Si, te he visto...
    Pero la mayor de las veces tu preocupación ha estado centrada en tu ganancia, en tu provecho..
    No eres culpable mujer. No eres culpable. Eres lo que estaba pensado por lo humano...
    Pero intentemos ser lo pensado por lo Divino, por Él o Ella, por Dios...

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