lunes, 8 de abril de 2013

SUFRIR NOS HACE SANTAS…


“Aunque tu marido te sea infiel, la verdadera prueba de amor es seguir amándole con lágrimas en los ojos, como Jesús lloraba en la cruz”. Esta frase y otras como “las mujeres maltratadas no deben separarse porque eso es amor”, o “el aborto en el caso de violación no es tolerable porque dentro de lo terrible de la violación sacas algo bueno, que es un hijo, un don de Dios”, colmaron este martes la capacidad de aguante de buena parte de los alumnos de la clase de Doctrina Social de la Iglesia que impartió ayer Gloria Casanova, profesora de la Universidad Cardenal Herrera-CEU de Moncada (Valencia).


Les mostramos el inicio de este artículo que no tiene desperdicio, justo aparecido en plena semana santa, en el tiempo en el que, oficialmente, recordamos la pasión y la muerte de Cristo… y sólo anecdóticamente, la resurrección.
Como pueden leer en el artículo, los responsables de la universidad se han apresurado a lavarse las manos alegando la “libertad de cátedra”.  Por estar acorde a estos días, recordamos a otro personaje que se lavó las manos: Poncio Pilatos, y quedó como uno de los malos de la película. Evidentemente, los estudiantes han hecho sus protestas.
Cierto es que este tiempo de semana santa se ha convertido, de religioso, en vacacional; y que creemos que estamos liberados de la opresión de la Iglesia, que en otro tiempo prohibía cualquier expresión de alegría en estas fechas, incluso la música que no fuera sacra. ¡Ahora hacemos lo que queremos!
Sí… y no. Seguimos viviendo en una cultura judeocristiana, con un clarísimo paradigma de sufrimiento, dolor, enfermedad. Y, queramos o no, esto sigue gravitando sobre nuestras vidas, y muestra de ello son estas declaraciones que, aunque en una universidad católica, sorprenden a alumnos y lectores de la noticia.
No nos hemos liberado, simplemente hemos enmascarado los mensajes. Pero siguen dentro de, nos atreveríamos a decir, la mayor parte de la población, al menos femenina. Las mujeres maltratadas denuncian el maltrato en un porcentaje pequeño; abandonan al maltratador también en un porcentaje pequeño. La mayoría de ellas aguantan, dan segundas, terceras y quintas oportunidades…  Sin decirlo, están pensando algo parecido a lo que dijo la profesora del artículo.
La homofobia, que era otro de los temas de la citada profesora, no está de moda, pero se ejerce, y muchas veces con mucha crueldad. Y creemos que no hacen falta datos para apoyar esta afirmación, puesto que todos conocemos casos.
Esto son casos extremos, aunque muy frecuentes. Pero el paradigma del sufrimiento se cuela en todas nuestras vidas. Parece que si no sufrimos por nuestros hijos, es que no los queremos lo suficiente; que si no sufrimos los celos, es que no amamos; que si en el trabajo no nos sacrificamos, no hacemos lo suficiente. ¡Seguimos afiliadas al sufrir!
No vayan a creer nuestras lectoras que estamos defendiendo las posturas de Gloria Casanova, pero recordemos que era una clase de “doctrina social de la Iglesia”, impartida en un centro católico y que, al fin y al cabo, estas son las ideas sociales que la Iglesia católica nos lleva transmitiendo desde hace siglos.
Por tanto, nuestra propuesta no es juzgar o entrar en el debate (como proponen las autoridades universitarias) de lo que ha dicho una determinada persona, sino tomar consciencia de lo que todavía pesa esa doctrina social de la Iglesia sobre todos nosotros. Aunque tomar consciencia no significa abolirlo, es el primer paso.
Si sólo protestamos por lo que otros dicen, sin analizar bien lo que nosotras sentimos o lo que sienten las mujeres que están a nuestro alrededor, seguiremos enmascarando este terrible paradigma.

1 comentario:

  1. ¡Saludos chicas! Os adjunto esta petición de juntar firmas que nos han enviado hace una semana:
    Fernando Blázquez, el creador de la petición que reclama a la Universidad CEU - Cardenal Herrera el despido inmediato de la profesora Gloria Casanova... Más de 100.000 personas han firmado mi petición para exigir el despido de una profesora que hace apología de la violencia machista y de la discriminación contra homosexuales durante el transcurso de sus clases en la Universidad CEU - Cardenal Herrera.

    Los responsables de la Universidad se han desmarcado de las extremistas declaraciones de la profesora y ésta ha decidido dejar de dar clase al curso con alumnos más críticos, pero sigue con sus tareas docentes en muchos otros grupos. Aunque son avances relevantes, no podemos dejar que esta situación permanezca así para muchos otros estudiantes: las instituciones privadas también están obligadas a hacer respetar las leyes y valores en un Estado democrático y de Derecho. No todo vale.

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