martes, 30 de abril de 2013

JULIA PIERSON



http://internacional.elpais.com/internacional/2013/04/07/actualidad/1365296141_806641.html

 



¡Qué curioso que el presidente –a la vista del escándalo de Cartagena de Indias- quiera “lavar” la imagen de sus guardianes con un rostro de mujer!: La señora Julia Pierson.

¿Pensará el Señor Obama que una mujer no se “va a ir de chicos”? ¿Pensará el Señor Obama que una mujer es más fiel a su cometido y más honesta en sus acciones? ¿Habrá pensado que los chicos “no son de fiar”?

Dado que todo ello ha estado unido a una “affaire sexual”, no nos queda más remedio que sacar conclusiones sexuales al respecto. Tal vez todo sea una cuestión de “celo”. Los machos de todas las especies cuando “huelen” una hembra parece que se saltan todas las barreras.

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española nos dice que la palabra proviene del latín “zēlus”, ardor, celo, y este del griego ζῆλος, derivado de ζεῖν, hervir). Y nos da las siguientes acepciones:

1. Cuidado, diligencia, esmero que alguien pone al hacer algo.

2. Interés extremado y activo que alguien siente por una causa o por una persona.

3. Recelo que alguien siente de que cualquier afecto o bien que disfrute o pretenda llegue a ser alcanzado por otro.

4. En los irracionales, apetito de la generación.

5. Época en que los animales sienten este apetito.

6. Período del ciclo menstrual de la mujer en que se produce la ovulación.

7. Sospecha, inquietud y recelo de que la persona amada haya mudado o mude su cariño, poniéndolo en otra.

Qué duda cabe que el “celo” de una mujer tiene mucho que ver con las dos primeras acepciones. Una de las cualidades de la mujer es su capacidad de “cuidar”, ya sean personas, ya sean bienes materiales. Cuido que comienza por el alimento; tal vez sea una bonita casualidad que la palabra derive del verbo griego que significa “hervir”.

Quizás este don es fruto de su sentido maternal, que se hace extensivo a su entorno. De alguna manera, hoy en día, se tiene la certeza de que las mujeres en general- cuidan. Y así, cuando han ocurrido catástrofes naturales, o guerras, las ayudas que se han ofrecido a las áreas en conflicto se ha preferido que fueran a parar a manos de las mujeres para su distribución, en la certeza de que ellas las hacen llegar a su destino y no especulan con la mercancía en los mercados negros, como desgraciadamente ocurre.

La extensión de este sentido maternal que lleva a cuidar todo y a todos, sin duda es una de las claves para un cambio social real. No son cambios a gran escala, pero son cambios, en la localidad, en la comunidad, en el trabajo, en la cooperativa; y estos pequeños focos pueden ser referencias para otros. Ya nos lo dicen los físicos cuánticos: Un pequeño cambio puede provocar un gran cambio dentro de un sistema.

Esta noticia nos ha llevado a la siguiente reflexión : si se ha encargado –desde estamentos masculinos- a una mujer el cuidado del hombre “más importante del planeta”, desde el pensamiento “femenino” ¿qué es lo más importante que debemos cuidar?

Pensamos que la educación de las hijas y de los hijos en el sentido del cuidado. Referente a las primeras dotándolas de una cultura, que hasta hace bien poco les ha sido negada -y aún continúa esta negación en muchos países-, para que desde ella aprendan que una mujer no necesita del varón para sentirse protegida y cuidada, y sepan “cuidarse” a ellas mismas. Así no surgirá en sus vidas el atavismo del “príncipe salvador”. Y a los niños inculcarles el cuidado de las cosas en general, para que pierdan la bula social que otorga a un hombre el derecho de “llevarse todo por delante”, porque para algo es el “dueño y señor”. Por esa falta de cuido del entorno de la que adolecido el hombre, es que hemos llegado a un planeta “saqueado” y a un lenguaje de extrema violencia.

Si de paso aprenden que cuidarse unos a otros es tarea de especie, estaremos en vías de la supervivencia y de evolución.

No sabemos las motivaciones que haya tenido el Sr. Obama para poner su seguridad personal en manos de la señora Julia Pierson. A lo mejor le ha venido a la memoria su ancestral Africa, continente en el que sus mujeres han sabido gestionar el cuidado de sus aldeas y de sus gentes. Sin duda habrá “razones de estado” y el curiculum de la señora Pierson habrá sido también un motivo de peso. Le deseamos –al decir del pueblo chino- ¡larga vida!

Particularmente nos alertamos al ver que cualidades intrínsecas de lo femenino se pongan hoy en día al servicio de una organización social masculina en muy diferentes áreas y se aprovechen para llenar los espacios que la incompetencia de un sistema va dejando huecos. ¡Cuidado! ¡No seamos agua que se extraiga para saciar la sed de las incompetencias y sequen nuestros pozos.

¡Cuidémonos las mujeres unas a otras!





1 comentario:

  1. Estamos en un momento de cambio y para que ese cambio se refleje en un bien en la humanidad, es imprescindible el intercambio, por ello me resulta valioso, este espacio de intercambio.
    La visión de esta noticia "de peso", debido al protagonismo "relevante" del Presidente de EE.UU. hace del hecho un "importante evento".

    Así están las cosas en este planeta. Se cuida la vida de un presidente con esmero y celo, mientras se deja, pasivamente, que otros seres, de la misma conformación y con idénticas características -como especie- sean víctimas, sí, VICTIMAS, de injusticias, hambre, plagas y descuidos incomprensibles que llevan a la muerte a miles de miles.
    Si, mujeres, cuidarnos es el hacer.
    Un ejemplo impresionante, para mi, es el testimonio de Leymah Gbowee, activista liberiana, aquí el enlace: (compartido en facebook por Cecilia Sosa)
    http://www.ted.com/talks/lang/es/leymah_gbowee_unlock_the_intelligence_passion_greatness_of_girls.html

    Este otro también es valioso
    http://www.ted.com/talks/lang/es/mallika_sarabhai.html

    Nuevamente gracias por compartir
    Un abrazo
    Rosa

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